Como seres humanos nos comunicamos en todo momento y en todos nuestros ámbitos.
En el camino de nuestra vida adquirimos diferentes habilidades que nos apoyan a que nuestra comunicación se vuelva efectiva. A que podamos relacionarnos con asertividad.
En alguna etapa de tu vida tal vez te costaba trabajo expresar tus opiniones o deseos e incluso tus derechos, esta tendencia de comportamiento, te llevaba a evitar un conflicto aún mayor que el que ya experimentabas internamente. Generalmente te costaba priorizar y mirar por tus propios intereses y posiblemente anteponías las necesidades ajenas. Desde la psicología a este estilo de comunicación se le llama PASIVO.
Posiblemente, si expresabas tus intereses y derechos pero de una forma defensiva agresiva [volumen como tono de voz y gestos de amenaza] y tal vez en la mayoría de las ocasiones las personas con las que te relacionabas lo percibían como una falta de interés en empatizar y comprender su postura, tal vez cuando abordabas un conflicto tenías la necesidad de dominar y sentirte superior al otro. A este estilo de comunicación se le llama AGRESIVO.
En el transcurso de mi aprendizaje en la comunicación asertiva transité, por ambos estilos en algún momento: “no expresé mis opiniones y me costaba priorizar por mis propios intereses, era tan empática que me dejaba al final.” Después me di cuenta que, me fui al otro extremo: “me expresaba agresivamente, como si sólo mi opinión contara y las cosas se debían de realizar como yo quería conseguir resultados”, sin embargo mis relaciones no eran del todo como yo quería, porque las personas me tenían MIEDO. Eso sucedía con mis supervisores, gerentes, empleados con los que yo colaboraba e incluso con mi hijo.
En otro momento, me sumergí en el tercer estilo de comunicación: el pasivo-agresivo, aquí, me dí cuenta que en algún momento prefería no hablar para no crear disgustos o puntos de vista distintos, porque evitaba la confrontación y cuando ya no podía más, explotaba agresivamente.”
“El poder de la asertividad”
Cuando empiezo a realizar un trabajo personal desde observar cuáles eran mis creencias, mis pensamientos, el diálogo interno o autodiálogo que se generaba en mi mente, es que pude darme cuenta y cambiar las creencias que no me apoyaban a generar buenas relaciones entonces comencé un trabajo de autoconfianza y seguridad y eso me llevó al cuarto estilo de comunicación ASERTIVO .
¿Qué es asertividad ?
La asertividad es una habilidad social entrenable, que nos lleva a ser capaces de expresar nuestras necesidades y ser respetuosos con los derechos de los demás. Saber negociar, y saber gestionar el estrés, por lo que las relaciones interpersonales suelen ser estables y maduras.
“Permite expresar nuestro mundo a la otra persona”
¿Has percibido cómo es tu comunicación?¿Cómo sería poder entrenar tu asertividad en tus relaciones, en tu trabajo, con las personas con las que convives?
La asertividad cuenta con los siguientes ingredientes:
- Respeto hacia ti y respeto hacia el otro.
- Honestidad.
- Valentía.
- Apertura a Ganar – Ganar
- Empatía.
- Gestión emocional.
¿Te gustaría poner en práctica cada uno de estos ingredientes?
Si quieres profundizar aún más en esta habilidad conoce nuestro Programa 21 días entrenando mi Comunicación Efectiva. Una jornada que marcará un antes y un después en tu comunicación, tus relaciones y tus resultados.
¡Mientras tanto, nos vemos en el siguiente blog!
Edith Bustamante
Psicóloga, Coach.
Trainer en Aprendizaje Experiencial.
Trainer de Programas en Impacto Vital México
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Hola, descubrí que con una comunicacion efectvia, puedo ser asertiva en la comunicación con las personas de mi entorno. Desarrollando esa habilidad, mi comunicación cada día mejora.
Gracias Rafaela, por leernos y comentar. Nos da mucho gusto que este artículo te apoye en tu desarrollo y creación de bienestar. Un abrazo.